TU NO VIENES A LA BODA

PLATOS QUE NUNCA ESPERAS ENCONTRAR EN UN EVENTO

Es curioso como cuando en mi ciudad (Pongamos Huelva, claro) cuando estas invitado a algún evento de catering o celebración en salones hay alimentos que nunca esperarías encontrarte sobre la mesa.

Normalmente son productos que en muchos casos han sido tratado de forma injusta como vulgares, innobles o carentes de la categoría necesaria para agasajar a cualquier comensal que se precie, una afirmación con la que difícilmente puedo estar más en desacuerdo.

Y como el movimiento se demuestra andado sirvan como ilustración de este articulo unos ejemplos de lo que hablo.

En la primera ocasión en la que nos hicimos cargo de un evento, la carta contemplaba un plato de individual de chacina, siendo de Huelva, ciertos productos como el Jamón y la gamba prácticamente van de oficio. El caso es que tuvimos a bien agregar al plato además del susodicho jamon, caña de lomo y queso, y para desconcierto general, chorizo… ¿¿¿Chorizo??? Pues si, claro que si, unas de las chacinas más complejas de producir debido a la diversa mezcla de especias que condimentan este maravilloso sabor, un certero latigazo de sierra cuando te lo metes en la boca, una formula tan ancestral como el propio ritual de la matanza que debido supongo a la cantidad producida (Como se crea a partir de multiples trozos pequeños de carne porcina, suele salir mucha cantidad del cada cerdo) por su bajo precio o vete tu a saber porque no suele adornar casi nunca, siquiera una mesa de carnes frias en ninguna boda, creo que no cabe mayor injusticia.

NI que decir tiene que el aplauso (Virtual) del público asistente, llámense comensales claro, fue atronador de felicitaciones.

Llegada la hora de los fritos es el momento de resarcir de su mala fama al pavia. Extraño nombre para una elaboración que tan deliciosa. Por lo que nos cuenta la historia parece que esta tapa debe su curiosa nomenclatura a que su rebozado recuerda al uniforme de las tropas germano-españolas de Carlos V que lucharon contra los franceses en Pavía, aunque también lo relacionan con el color de los uniformes de los húsares españoles durante el siglo XIX. De ahí que su nombre sea escuchado tanto como el pavía, la pavia e incluso soldaditos de pavia.

Esta receta, con el corazón de merluza o bacalao, según los gustos, tampoco suele considerarse adecuada para según qué eventos, tomando su lugar los taquitos de corvina, el choco frito o la socorrida croqueta. Desde aquí reivindico su papel sobresaliente en la cocina como elaboración sabrosísima de primer nivel.

En la misma línea, es en la práctica infinita y en algunos casos imposibles, las posibilidades de guarnición que se ofrecen para cualquier plato principal de una celebración , desde la caramelización de cualquier tubérculo, hasta el gratinado, cocido al vapor o variedad de verdura que se precie, pero curiosamente cualquiera de las carnes que se ofrecen ricamente sazonadas con salsa fantásticas serían más disfrutadas por el comensal en general si vinieran acompañadas de unas fantásticas patatas fritas.

Creo que su generalización y su abuso por parte de franquicias de comida rápida ha denostado el nivel de semejante maravilla culinaria, relegándola a un papel secundario, y nada mas alejado de la razón. Unas patatas fritas empapadas en cualesquiera salsa que se precie, acompañado una porción de carne es uno de los sabores más espléndidamente simple y espectacular de toda la gastronomía mundial.

Afortunadamente el genial Lucio hace ya algunos años salvo el tradicional plato de patatas fritas con huevos y jamón de su ostracismo deliberado, eso si, encumbrado su nuevo nombre a categoría universal de plato estrella “Huevos rotos”

Hay que darle a Lucio infinitas gracias por llevar a su lugar de nobleza algo que nunca debio de perderla.

Por lo tanto y como final, sean a esto alimentos o otros similares (Sobre los cuales escribiré una nueva entrega) Nunca le puede decir tu no vienes a la boda.